He abierto
las puertas de
las soledades tantas veces entrando
en casas vacías
llenas de cortinas rasgadas
pasto de las heces de las moscas.
He visitado
las habitaciones silenciosas
con mensajes en la cal de las paredes.
Recuerdos de amores
que no llamaron al número de teléfono
que alguien puso para que lo hicieran.
Frases hirientes
de despecho que esculpieron
con un cuchillo en la vetusta madera.
Pasto y alimento de sentimientos.
somieres desvencijados
guardando en sus muelles rotos
algún momento de placer, amor o violencia.
He abierto las ventanas
para que entre el aire nuevo
y abrace a este que se muere
de no respirar el cielo nuestro de cada día.
Camino sobre las baldosas
que otros anduvieron antes.
Haciendo las mismas preguntas
que ellos hicieron.
Mundo de espirales, sin vencedores.
No tengo llave para cerrar la puerta.
Ellos tampoco la tuvieron.
No sabes lo mucho que me gustas y me gustan... un besazo
ResponderEliminarMagnífico blog y poesía de la buena!
ResponderEliminar¡Enhorabuena!
Muchas gracias a las dos. Un beso
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