Se pasea el día con la pereza
de quien nada ha de hacer
salvo mirar aquello que
los demás hacemos o no.
Pasea por entre mis piernas
los árboles mojados
las calles turbias
los paraguas multicolores
Deja hacer a los pájaros
sonríe ante las cotorras
bosteza con el vendedor
de noticias sin noticias
ninguna nueva agradable
domingo de noviembre
con calor y lluvia.
Miro el reloj
te despierto al otro lado
queriendo tenerte en este
apenas hablo
¡te respiro desde tan lejos
deseándote tan cerca!
Reclama el día su tiempo
el mío pasa por la acera de enfrente
me mira saludándome
es un domingo de nadas
pero me pertenece.
Mabel Escribano Usero
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