POEMAS ENTRE MUJERES

EL AMOR, EN OCASIONES DUELE,
PERO MUCHO MAS DOLOROSO HUBIESE SIDO,
NO HABER PODIDO CONJUGAR EL VERBO AMAR.

Mabel Escribano


domingo, 29 de mayo de 2011

DESPERTAR


Me ha despertado
su silencio
este no saber
que duele
porque alargar la mano
no es suficiente
no cabe el gesto.

Me ha despertado
este sentirme inútil
en mi misma
frente a la vida
que quiero y no tengo
pero he apretado los dientes
me he refrescado la cara
y en la toalla
secándome
he encontrado mi sonrisa
porque otras veces
sentí este mismo vacío
y supe vencerlo.

Se quien soy
la razón de mi pelea
pero tengo un enemigo
que de vez en cuando
ataca e incluso, hiere
es fácil herir
donde hirieron
me curo lamo
la sangre
me aferro a mi fuerza
diciéndome
sigue...sigue...

Creo en mi
aunque a veces
dudo sanamente
porque aprendí a dudar
aprendí a levantarme
del suelo
sin dejarme caer del todo
hincando una sola rodilla
en el frío
tomando aire
descansando
diciéndome
tú puedes seguir
y sigo.

Me ha despertado
el silencio
la muda ausencia
de mi voz
sin respuesta
a una pregunta suya
a un decir
no necesariamente
intelectual
impreciso
relajado
disfrutando del no hacer
para ….
por...
sencillamente escucharnos
dejar que las palabras
jueguen a ser
amor y ternura
cruzándose
dándose ágiles vueltas
en  ese aire invisible
del que ella habla
yo la  escucho
y en el intermedio
suspiramos amor
en lugar de aire
creyendo morir 
de un colapso de risa
de una risa colgada
en el espacio
que queda entre 
su cama y la mía
entre este silencio
que alarga la mano
sabiéndola ausente

Llama al cristal de mi balcón
la madrugada
con cara de vicio y cansancio
la dejo entrar
se sienta en mi cama
estira sus ironías
me cuenta
me narra
me explica
y río sus gracias
obvio sus intimidades
bostezo mis carencias
ausencias de almohada
de café recién hecho
de sonrisa tierna
que abre los ojos
a la mañana
diciéndome
"Hola, buenos días amor"
"Buenos días"

Son las.....
no importa la hora


GARDENIAS AZULES


Y ella
cantaba como
un saxo triste
como una noche
a quien le cortaron
la luna,
por falta de ternura
como una luna
que no puede peinarse
roto su espejo de mar
sin reflejo en el agua
revuelta.

La sombra
del callejón
el humo del cigarrillo
el pie apoyado en la tapia
las palabras malsonantes
rebotando nocturnas
cual maullido de gato
lomo erizado
gesto pendenciero.

Rota la voz
seguía cantando
sólo para aquel amor
que la lastimaba
sin querer hacerlo.

Triste  gemido
dulce queja
que pese a todo
trataba  de curarse
para seguir amando
a quien 
pese a su torpeza
la amaba.

Cortina de humo
bronca en las mesas
murmullos; chisteos
demandas de silencio.

y ella
alzándose sobre
la tarima del dolor
mirando la pared
del otro lado del callejón
voz rota
cual saxo triste
entonando 
al ritmo de las lágrimas

"Mi amor no sabía
como tomar las gardenias
de mi corazón....y me hizo daño..
.me hizo daño...”

ASPID DE DESEO


Encelada
vestida de ira
segura en la tristeza
de la pérdida
se revuelve cual áspid
negándose a fallar
mordedura mortal

Tiempo a su favor
se eleva
se mueve
se retuerce
toma su pócima
y surge mujer
belleza increible
senos de diosa
cabellos al sol robados
cuerpo de odalisca
brazos caricias
insólitos suspiros
y una sonrisa
donde la picardia
nace ya iniciada
en el placer de darlo.

Mujer serpiente
enroscada en el cuerpo
del deseo
velos de cien mil
mariposas
espuma de mar
tapando su sexo.

Su mirada
meretriz única
se pasea indolente
y provocativa
por el cuerpo
sobre el que se lanza
sabiendo que la espera
ansiándola
pasión
en la doble
confianza
de morir
de placer
mirando de cara
el rostro del orgasmo
mismo
y se desnuda
y se acuesta
dejándose hacer
pidiendo
que le haga
lo que quiera
como quiera
cuando quiera
tensa su cuerpo
arco
cuerda de funámbulo
flecha que ensarta.

Duele
corta la respiración
se agita
para
cabalga sobre su cuerpo
llueve de dentro a fuera
la voz es un desgarro.

Arder en el infierno
bañarse en los lagos
del cielo
no saber
no pensar
limitarse a gozar
a prestar el cuello
a decir
me muero,.....
y regresa el áspid
se eleva
se transforma
enseña el veneno
clava
inserta
se vacía
y
quietud...quietud

ME MUERO


Me puedo morir
de mi
de la noche
que se cae encima
de mi pecho
aprieta mis pulmones
y no puedo respirarte
ni respirarme.

Me puedo morir
de agua
de la que no sale
ahogándome por dentro
llenando de remolinos
mi estómago
arrastrando maderas viejas
historias antiguas
que mi memoria ha deformado.

De la edad del hielo
de tu mirada
donde se resquebrajan
los sentimientos
tuyos/míos
donde no quiero
pedir permiso
para morirme de frío
cortando el hielo de tus aguas
con mis manos
moradas y ateridas.

Me muero
de tu espalda
de tu hombros encogiéndose
de tu llanto escondido
del que no escondes
del saber que me amas
hasta morir conmigo
en un juego perverso
porque no queremos
otra cosa
que no sea vivir
y vivirnos.

De tus caricias
de las miás
de los celos
que no provocamos
de los hechos
que aún no sucedieron
del futuro que no ha llegado
del mañana que no importa
del domingo que no voy a misa
del menú vegetariano
del orden de los reyes godos
de la insoportable levedad del ser
que en Kundera
se me hizo casi soportable.

Me muero
porque no me muero
porque me lloran tus ojos
y quiero meterme
bajo una piedra
enorme
sentirme gusano
y ver la bota
gritando
¡Venga, aplástame!

Del día en el que no te vi
aquel en el que no me sabias
cuando estaba viva
y tu no habías nacido
cuando amaste a un hombre
y yo ya no amaba a nadie
cuando el mar era azul
y seguía en el mismo sitio
sin avisarme de que existías
sin decirme
en qué lugar
con quien
y donde...

EL HUESPED


A veces
el  miedo  llega
maleta en mano
buscando hotel.

Una habitación sencilla
con cama individual
una ventana a la calle
una cortina
para parar la luz
esa en la que
siempre tiembla
el neón
que anuncia
plaza libre de garaje

Toma el libro
y firma
en el registro de entrada
con un cierto temblor
instalado en
el inicio de la rubrica
y el conserje
le da una llave
lamida por el tiempo
las manos y el uso
con un número
en relieve.

A veces
la lluvia anuncia
su llegada
un suave sonido
el freno de un taxi
la apertura de una puerta
un portazo seco
el ruido del motor
y unos pasos húmedos
recorriendo
el salón de las mejillas
carentes de paraguas.

Nunca sabemos
que viene a hacer
ni en que momento
ni cuando
ni con qué objeto
se instala en nuestro hotel
sabemos
eso si
su nombre
aguantamos la respiración
al verle dejar el sombrero
sobre el mostrador
llamar al conserje
pidiendo una habitación
sencilla con cama individual
vistas al neón del parking
donde no tenemos coche
ni plaza para aparcarlo.

BLUES EN ROJO


En esta carretera
en la que el polvo
se adueña de las ideas
y los redondos monstruos
corren por los caminos secos
donde las soledades
tocan blues
en guitarras blancas
con sonidos negros.

En esta carretera
digo tu nombre
a la arena roja
al polvo
a las rocas horadadas
que pateo en el camino.

Espera...
espera...
tengo algo en el zapato
y no es la fotografía
que no me quisiste dar
ni la carta que no me escribiste
es una maldita piedra
que quiso acompañarme
en el camino.

En esta carretera
estamos un coyote herido
dos cactus gigantes
con las espinas rotas
mi guitarra
mis blues
mi amor por ti
y esta sed que no calma
la cantimplora de mis sueños.

Si estuvieras conmigo
me sentaría en aquella
piedra roja
como tus labios
afinaría mi guitarra
y tocaría para ti
una canción triste.

Esperaría a la noche
para vestirme de negro
y cantarte con la voz
desgarrada de Louisiana
lo triste que fue
mi caminar
sin el agua de tu imagen
en este corazón
empedrado de solitarios
blues

En esta carretera
un cactus llora la belleza de
la única flor que tendrá 
y al igual que yo
llora la alegría de verte
nacer entre las espinas
de mi vida
en esta carretera..

LIMON


Limón
ácido el sabor
en la boca
de tu ausencia
y nada aprieta más
que no tener el largo
abrazo
contra mis riñones
mis muslos
mi sexo.

Limón
ácido sabor
donde tu ausencia
pesa como una estructura
arco frente al mar
llenando horizontes
de aladas imágenes
que bailan
sobre olas marmóreas
la danza insinuante
del amante deseado
e inalcanzable.

Limón
ácido el sabor
del coito interrumpido
por las voces de otros
que no estaban
invitados
que ni siquiera
habían dicho que vendrían
tu cara me supo
a limón
al ácido sabor
del que no fui limonero
ni siquiera hoja
ni olor....

Limón
amarillo limón
ácido sabor
a la ausencia
de tus labios.

MI NOMBRE ES SADE


Quiere regresar al punto de inicio
al beso primero
a la suavidad de la lengua
en la otra lengua
al juego de rodear el paladar
y bailar en la estrecha boca
una danza cada vez más enérgica
y loca.

Quiere regresar al cuerpo
a la desnudez de ella
a su espalda
la belleza redondeada
de sus hombros
la tersura de sus omóplatos
la suavidad llena de placer
en el labio sobre la piel
buscando las bellas nalgas
la rotunda belleza
del inicio de sus muslos
el camino de sus dedos
sobre las pantorrillas
y el sonido
de ese gemido
placentero
impactando en el estómago
placer
sobre placer
electricidad en los poros
de todo su cuerpo.

Y regresa a su pelo
se hunde en sus ojos
y cierra los párpados
para quedarse en silencio
en quietud
pájaro en el aire
planeador
mutismo...celo
toca sus cejas
tiembla en su nariz
aletas agitadas
y la boca....
otra vez
nadando
lengua a lengua.

Su cuello
camino del cielo
el infierno
todo....nada
volverse a dividir
entre sus pechos
pezones mármoles
serena belleza
y vuelta a la locura 
de su vientre
camino,oasis...
sabána, desierto
a lo lejos, 
cerca su monte de Venus
 templo: agua; río; mar. 

La locura
presa del preso
y el animal
se agarra a los barrotes
grita
escala
se desespera tenso
quiere atravesar el
espacio
apretarla contra sí
meterla entre su piel y su pecho
lastimarla sin lastimarla
comérsela de a pocos
entrarla en si
entrar en ella
morirse
matarla
y grita
grita...grita....
Matarla y matarme
de placer...

El carcelero 
ducha
fustiga 
obliga a vestir su cuerpo desnudo
y pregunta
¿¡¡Tu nombre!!?

Ella se ha ido
no esta,
ha corrido asustada
ha desaparecido
y llora 
patalea y llora
sobre el suelo mojado
respondiendo 
imperceptiblemente...

Sade....
mi nombre es
Sade.

COMPRADORA DE UNA NOCHE


He comprado esta noche
desnudándola
de estrellas
bañándola de mar.

Con briznas de pino
he fabricado un peine
labrando su negra cabellera
cantándola sonidos de olas
en marea danzarina
con las rocas
pasada tras pasada..

Abrazada al hilo
de la nostalgia
la he cantado una nana.

Aquella que
tomando
mi imaginación
voló colgada de
un segundo
que perdió
el camino del minuto
que corrió tras la hora
en la que aún 
no me amabas.

De la carroza
descendió el beso
abriéndose
como una flor
para colgarse
de mis labios
musitando mi nombre
entre suspiros
suaves alisios
alivio del fuego
de nuestros cuerpos.

Música y danza
en el umbral de tu boca
portal de la mía
lecho de arena
doradas esquirlas
para tu cuerpo
rodando sobre el mío.

Dos luceros enamorados
de su propia castidad
taparon con nubes rojas
la mirada niña de la
aurora
y yo
olvidando el universo
sumergiéndome
en ti
emborrachándome
de tu amor y tu sexo
les sonreí en pleno éxtasis.

En esta noche única en mi vida
donde la magia de mi deseo
compro un trozo de cielo
que desnudé de estrellas
para vestir de lujo
el pequeño cuarto
donde te sueño.