mofándome de mi misma
triple mortal
apuesto y juego
en el riesgo de un poker abierto.
Nada establecido
regulado; equilibrado...
nada excepto mi piel
sobre el verde tapiz
ojos de hielo.
Salto contra corriente,
desovando mi propia muerte
sobre las rocas del río
donde renacer es morir
una y otra vez.
Me hielan las dulces aguas
pierdo las escamas
de mi propia razón
en la lucha del ser
del negarme a pasar sin decir
"Aquí estuve y fui"...
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