de negros lomos, cabalgan sus dedos
lentas caricias marfileñas
un visillo roza el cristal
mis ojos se ciernen sobre la imagen
apenas intuida...
Ella, besa el piano
suena Chopín
lejos de Valldemosa,
sin George Sand...
Sacado del duelo de la muerte
tímido y alado el sonido recorre
la habitación de las cortinas traslúcidas
la gasa roza el cristal..
Un pequeño salto....
un dubitativo movimiento..
está sola,
nadie le gira la partitura...
de esta serenata
dulcemente triste
imagen: Google
ambiente onírico acompañado por la sugerencia de la música, y lo dicho y no dicho. Buena forma de llamar al lector a que complete el poema.
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