en el árbol
que nos acogió ayer
apenas quedan hojas
un viento extraño
ha borrado
los nuevos brotes.
Suena una ocarina lejos
el lugar que quise llevarla
ahora es un jardín
lleno de lluvia triste
estoy llorando
la muerte
que no entiendo
el reproche de su cara
el desconocer su idioma
amándola tanto.
No cantan los pájaros
el viento arrastra
cual hojas,
los poemas en los que
le dije “te amo”
los pendientes de mi fantasía
han quedado en el hueco del árbol
¿Dónde fueron los pájaros
que sus manos y las miás
acariciaron con mimo?
Mis ojos no los pueden ver
llueven lagrimas...
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