Como una libélulasobre el espejo
del río de tus ojos
patino cálidas aguas
escuchando el sonido
arrullador de tu llamada.
No para el junco mi vuelo
ni arrastro conmigo
más peso que
el de mis alas batiendo
el aire de tu nombre.
En la cascada
que me llama
al infinito placer de tu seno
ralentizo mi vuelo
esperando a la aurora de tu voz
musitar mi nombre.
Agua donde mirarme
viéndote en el reflejo
transparente de mis alas.
Los fonemas del
amor y el alma
se transportan hacia
la flor húmeda de tu boca
en vuelo rasante
sobre tu cuerpo de ninfa
para mi
mujer/libelula.
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