entre las sábanas
siente tu aliento
en mi espalda
rocías mi piel
y sin movernos
tiembla el mundo
envuelto en dos suspiros.Ay, tu boca!
Que me cincela el placer
me lo acomoda
me traslada
y me abre
entera y toda
a tu venida.
Ay, tu boca!
Que pide mi piel
para el roce firme
de tus manos
dueñas de mis senos
acomodandome a los tuyos.
Ay, tu boca!
Que se pega a la mía
y baila
y roza
y tiembla
conduciéndonos
al ojo del huracán
de nuestros sexos
relámpago múltiple
coronado por el trueno
de un jadeo orgásmico
en un día de sol
en ninguna parte.
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