hasta el abismo mismo.
Me he quemado en tu fuego
sabiéndome lava
y aún así
he sido contigo
magma feroz
riada ardiente
arrasándolo todo
dejando la tierra libre
de siembras anteriores
volcándonos semillas
de nosotras mismas
en el surco profundo
de nuestros cuerpos
con el arado del amor
arrastrando el deseo.
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