En este banco
vine a llegar
cansada
buscándote
sin saber que te buscaba.
llena de recortes rotos
imágenes color sepia
y un pañuelo
con lágrimas adolescentes
del que nunca hablé
por miedo.
Quise irme
camino de la nada
donde los pájaros
ya no anidaban y
los hombres eran bestias
atados a la tierra.
Encadenados a coches
yates y
terceras residencias
en las que habitaban
las soledades
enjauladas
en singulares solos.
Escapé de allí con
el dativo de mi amor
tiritando desnudo
en un invierno
donde yo
olvidé comprar carbón
y ellos aventar el fuego.
De este banco
de la esquina de tu vida
me levanté cansada de esperar
a la esperanza
hasta que oí tu voz
y me indico el camino
de tu abrazo
el sol radiante de tu sonrisa.
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