Ha bajado el cielo
a recoger a esa mariposa herida
y languidece esperando
sentado en un banco junto
a una paloma blanca.
Atardece y la sombra
se encoge sobre si
tomando de la mano
al aire niño
que apenas sopla
para que vuele la hoja
caída de aquel árbol
que en la noche
rompió a llorar
con desconsuelo
Alguien murmura
y escapa de esa soledad
tan llena de gentes y cosas
que toman por asalto
a la mirada limpia
que intenta evitar
el colapso frente a tanta
imagen.
Ha bajado la vida
duerme a mis pies
y ronca los días que le restan
frente al colegio
donde los niños juegan
a ser dios.
Y dios baja de un taxi
pone el pie sobre mi banco
se ata el zapato
y sonríe
mientras yo miro
caer la tarde sobre
mis ojos en un poema
sobre el papel
del agua del estanque.
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