Vivir en la locura
en ese jardín lleno de color
donde nada es lo que parece
aunque todo parezca
alguna cosa.
Vivir lejos de lo racional
no importar el tono del
cielo que nos cubre
en un momento u otro
con esa manta imperceptible.
Vivir rígidos frente a un mapa
que nos encuadra
entre isobaras descubridoras
de secretos que nos priva
de la sorpresa.
Que sorprende
a la mala nube
de la película
porque nos dicen
sin que preguntemos
hacia donde irán
los cirros
con forma de elefante
o de manzana roja
caramelizada.
Vivir en la locura
de creer posible enamorarse
cuando la muerte
dicen que dobla
la esquina de tu calle
y tu...
Saltas las vallas
cantas y bailas
con el corazón acelerado
porque amas y te aman
pese a todos los que están
bien de la cabeza
aunque la tengan en los pies.
Vivir en la locura
de vivir
simplemente vivir
eso que resulta tan difícil
tan duro
tan caro
eso que da tanto miedo
que paraliza al propio Satanás
¡pobrecito el, tan cándido!.
Vivir de dentro
hacia afuera
del fondo del mismo
fondo de tu cuerpo
nadar contra corriente
ser un pez fuera del agua.
Ahogarse por nadar
en el desierto
pero ahogarse intentando
hacer algo con la vida
aunque sea una locura
y traten de encerrarnos
en esa cárcel de la gente
normalmente desgraciada.
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