Te he invitado a cenar,
melancolía..
melancolía..
al restaurante más chic de mi imaginación.
He pedido al sommelier,
la mejor carta de vinos del olvido...
para decirte adiós, último desamor
que me quedabas.
Llegaste tan bella,
que apenas balbuceé unas sílabas..
tartamudeando mi rubor.
tartamudeando mi rubor.
El traje del primer encuentro...aquel que,
dejaba entrever tus senos,
aceleró mi corazón, tirando por tierra,
mi compostura.
aceleró mi corazón, tirando por tierra,
mi compostura.
Pedimos lo de siempre;
un entremés de laborales;
dos cotilleos familiares para compartir y
de segundo, una mirada triste salteada con frases hechas....
en lugar de postre...dos cortados de insinuados
reproches y la curiosidad del "¿estás con alguien...?"
Por eso te invité a cenar después de tanto tiempo...
para devolverte el anillo con tu nombre, melancolía..
me he vuelto a enamorar....
brinda conmigo...ya abrí la cárcel de mi alma
donde estabas condenada.
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