Escucho gemir a los amantes
revolcarse piel a piel.
Intuyo su sudorsin querer imaginarlo
imagino esa agitación
que eleva el pecho
hacia el cielo de un placer
que intentan sujetar
maldiciendo su término.
Oigo sin querer oír
ansiando tus gemidos míos
en esta noche que sus gritos
me impiden soñar contigo.
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