Pasé por ti
como el agua por la cara
chorreando en las manos
refrescando en el aire
despertando la piel
para secarla
a besos
a risas
a bromas
sin pecado original
con pecados antiguos.
Pasaste por mi
como los cálidos alisios
vestidos de arenas doradas
llamando a las puertas
de las dunas
protegida tu cara en
las jaimas de los
tuaregs
principes azules de un
desierto suave como tu piel.
Y fuimos dos elementos
sumando estados
sentidos
sentimientos
enriqueciendonos
aprendiendo a mirarnos
desde la cercanía
sabiendo sentarnos a esperar
lo inesperado del hoy
que es presente que muere
frente a un mañana que nacerá siendolo.
mabel escribano
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