Me ocupo de mi vida
y mi vida
se ocupa de lo suyo
que es a veces
hacerme la puñeta.
Puñetearme
decir que no cuando
yo quiero un si
buscarme las vueltas
dármelas
encenderme y apagarme
como un anuncio
de neones descompuestos.
Me ocupo de mi vida
y mi vida
husmea en los cuartos
de mis sentimientos
se prueba las camisas
de mis celos
tontea con mis medias
llenas de tus manos
se perfuma
con mis deseos de ti.
Canta con mi garganta
tu nombre en la agitación
del orgasmo que lleva
de ti mi mirada
y escapa con tu imagen
por los tejados
de mis besos
mientras la maldigo
escuchando su risa en el aire.
Me ocupo de mi vida
amando la tuya
mientras la mía
se escapa riéndose de mi
de tejado en tejado
como una gata.
mabel escribano
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