Esta noche
he soñado con un sueño
vestido de blanco
frente a una puerta
rodeada de escaleras que no subian
a parte alguna.
Escaleras circulares
altísimas
infinitas
y arriba
la nada del azul
rodeada de seres sin ojos
que me miraban
con sus cuencas vacías
rellenas de luces rojas
haciéndome intermitencias
para no girar hacia
parte alguna.
De mi cabeza caían letras
en forma de flores
su olor me embargaba
en un recuerdo sutil
entrevelado.
Una mujer frente
a un espejo roto
en mil pedazos
con la cara ensangrentada
pintaba sus labios
en una singular mueca
de dolor.
He soñado
con seres crueles
lacerándome por dentro
abriendo mis entrañas
sacándome el corazón
los pulmones
y un alma
en forma de niña
con un folio escrito
en una mano
y un cuchillo en la otra.
Cortaba el silencio
con la mirada
de mis ojos nacían rios
que iban a parar
a un corazón
donde la nostalgia
tenia forma de hiedra
que se enredaba
en mi cuerpo
tapándome con dulzura.
Soñé caras
gestos
correas con hebillas
lacerando mi piel
conejos agusanados
y una pared llena de sangre blanca.
Alguien cantaba
una extraña nana
con sabor a mantra
una guitarra sin cuerdas
sonaba sin parar
y aquellos hombres
intermitentes en los ojos
persiguiéndome
por la autopista
con un final en el abismo.
Las líneas continuas
pasaban
pasaban
el coche frenó en seco
caí a un vacío
despertándome
empapada en sudor
agitada
llamándote
sabiendo que no estaba
llorando tu ausencia
con sabor a pesadilla.
mabel escribano
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