busco en los arrabales de mi infancia,
en las chozas de mis recuerdos, retratos familiares.
Aquella "Piel quemada", en la Estación de Francia
abarrotada de gentes tristes,
maletas de cartón y direcciones confusas.
Aquella estación de trenes inacabables; horarios infames
y nombres extraños como "Botijo",
llenos de sed y hombres solos...
fijaron la imagen de gentes que eran mías,
sin yo saberlo.
Seseaban las Ramblas
pintaban añoranzas sus caras cetrinas,
y en Urquinaona,
se vendían las horas; los hombres; las hambres...
Carmen Amaya descalzaba su rabia frente a cuatro extranjeros
con gorros mexicanos...y allí
al otro lado del río,
sus pieles quemadas,
levantaban chabolas en Santa Coloma
Barcelona se inundó de "soleares -solas"
parido en los pies de Antonio Gades.
En mi hoy, los vuelvo a ver..
pieles negras; tristísimos ojos..
reconozco su angustia, aunque ya no hay trenes,
ni direcciones..el mar no tiene calles..
Plaza Cataluña suena a tambor rabioso,
nostálgico...hambriento de selva amiga..
frente a cuatro extranjeros...
a mí..sólo me falta el gorro mexicano!!
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