al verse en mis ojos,
y no pudiendo amarse,
hizo que yo la amara...Cómo la adoré...
con cuanto dolor supe, que era el espejo
en el que reflejaba su propia vanidad.
Se enamoró de su rostro,
viendo el amor en el mío,
al no poder amarme...
me rompió el alma
ahogándose en la suya.
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