Sentada en la cama...
de esta habitación donde duermen
las palabras que no pude decirte..
miro la ventana entreabierta de mis
tímidos fonemas...
Con la torpeza de la primera cita...
saqué del armario, las mejores ropas
queriendo impresionarte...
pero no tenía caso....no me entraban
La inocencia me quedaba estrecha,
la ilusión de enamorarme...
me la mataron en otra guerra...
la frivolidad, no iba con el color de mis ojos...
Y te recibí con lo puesto,
con esto que soy por fuera y por dentro..
sin corsés ni aguantando el aire
para disimular el estómago de mis fracasos.
Me subí en el balancín
de tu belleza cándida y te acompañé
a pasear sacándote de la habitación
sin luz de mis deseos.
Me dejas encandilada.
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