No fue una fiesta París,
ni estaba Ernest, ni se le esperaba... estaba triste.
No fue una revolución,
fue rendirme ante la evidencia de que,
nunca vendrías conmigo.
Miré Notre Dame y por no buscar,
no busque ni al jorobado,
hablando con sus gárgolas.
Perdí dos veces el batobús
y en lugar de cenar por el Sena,
con velas y estrellas en el cielo,
abrí el paraguas y me fui al hotel.
Seguramente no te habría gustado
tanto arte; tanta pintura; tanto caminar
por los Campos Elíseos..
No fue una fiesta París
ni estaba Picasso, ni se le esperaba
pero eso era lo de menos...
pensaba en ti...aún te amaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario