Ven toca mi alma
desata los botones de mi
angustia
toma mis senos
y succiona
lo que la vida me dio
para dar vida
porque sin ti
no la quiero.
Aquí en mi vientre
donde la noche se hizo día
y el silencio
se tornó llanto de niño
risa de materna conciencia
pon tus manos
acariciame
hagamos el amor
al propio amor
porque estoy yerma
pero sigo viva
cuando me veo en ti
deseándome..
En la piel que te ofrezco
no se ha secado otra cosa
que la cuna que ya mecí
pero sigo siendo
cuerpo caliente
sangre bullendo
latidos de campana
en catedral de cristal
pronta a perecer
en mil pedazos sonoros
si no me tocas
con desenfreno
desde el amor del cielo
hasta la locura
del propio infierno.
mabel escribano
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