Traspaso tus sueños
y en un rincón me quedo
viéndote brillar
sobre el cielo de
tu propia herida.
Sé de angustias
aprobé todas las materias
tomé todas las lecciones
y asumí los castigos
propios y ajenos.
Me quedo aquí
en la trastienda de
tus lágrimas
acompañando tus dudas
me quedo
sin que lo sepas
sin que lo adviertas
sin que lo pidas.
Me quedo.
Mabel Escribano
Derechos Reservados
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