Ven
olvida las sombras
acércate a la rama de la vida
toma mi mano
camina conmigo
el trozo hasta el oasis
donde tu amor y el mío
tienen la jaima.
Ven
déjame cubrir
con mis manos
la seda de tu piel
que el sol
desea para si
sin saber que puedo
taparlo con el mío
que ya no cabe
en este desierto
si tus ojos no me miran.
Ven
déjame darte
el te de mi ternura
dátiles con menta
abrirán tus labios
dando paso a mis besos.
Depositaré tu desnudez
sobre la alfombra de mi
piel ardiendo por tí
marcada con tu nombre
sobrevolándote
el aire de mi amor
secando el sudor
de tu cuerpo mío
del mío tuyo.
Apartaré las sombras
haciendo una mordaza
roja con su cuerpo
para que el cielo
calle y no lance
truenos de envidia
enloquecido por tu risa
trenzada a la mía.
Ven amor, ven
que no tengo más cielo
que tu cuerpo
ni más universo
que tu boca
cuando me habla
con suspiros
rompiendo los míos
ruborizando al silencio
de la noche desértica
fuera de nuestra
amorosa jaima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario