Pasaba la vida por mi lado
haciéndome creer
que pararía a charlar conmigo.
Quedó siempre el café frío.
Alguna vez pensé
¿es esto vivir?
este resbalarme
escapándome de mi
sin sentirme respirar
ni importarme.
Viéndome
reflejo en el escaparate
ignorando que era el mío
pisando la lluvia de mis lágrimas
indefensa ante el viento
de una soledad en compañía
extranjera de mi misma
dejada de mi propia mano.
Pasaba la vida
sonrió inesperadamente
se quedó a tomar café
conmigo.
Hoy hace...
ten cuidado ¡quema!
está caliente, amor mío.
Mabel Escribano Usero
Derechos Reservados
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