el que me empuja hacia la montaña
de tanto en tanto descanso
sin mirar hacia atrás buscando el azul
imaginándolo sin verlo.
Escucho el llanto del oleaje
dialogando con las rocas
sin mis discrepancias.
Dice la brisa que he temido sus caricias
negándome a ser su enamorada
sin querer ser presa de sus brazos
sonido de vuelo
imagen nítida de un cielo vacío de nubes.
Tengo una pluma con restos de tinta
en la cabeza una estrofa da vueltas
a un carrusel que no me divierte
Oigo un rumor
las copas de los pinos imitan
a esta caracola dormida en mi mochila
donde guardo el sonido del mar
para escucharlo en mi añoranza
Es primavera en mi
aunque hace frío fuera
la nieve se hace esperar
mi azul me llama
cierro los ojos caminando hacia la montaña
nunca más seré estatua de sal
mala imitación de la bella nieve.
Mabel Escribano
Derechos Reservados
imagen: Google
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