Si me dejas
aprieta fuerte el acelerador
haz que el motor acalle mi grito
no me escuches
estate atenta a la tormenta.
Si el cristal de tu coche se empaña
con el agua que la nube
robó al mar y al río
limpia el parabrisas
sin dibujar mi nombre.
Si me dejas
no mires ese camino secundario
de pinos y florestas
donde nos amamos.
No te distraigas
busca la carretera general
pon gasolina y corre
¡Corre!
No sea que
recuerdes cómo y cuanto te amo
regresando cuando la lluvia haya borrado
de tus pasos
los míos.
Mabel Escribano
Derechos Reservados
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