Mirarte y arder
seguir tus gestos sabios
enredando mi deseo
en un mohín
apenas perceptible.
Mirarte
olvidarme de que hay suelo
que respiro
que pienso
porque
dejo de pensar
vuelo sin alas
escalo sin piolet
atravieso océanos
en la balsa de tus labios.
Cruzo desiertos
con la guía de tu cuerpo
sin más agua que
la de tu boca
oasis en la mochila
jaima en cada línea
que escribo y pienso.
Quito del medio
al sol con una mano
me sobra la luna
si me alumbran tus ojos
mientras los míos
en tu cuerpo
leen, amor
en el libro que escribimos juntas
sobre el deseo.
Mabel Escribano
Derechos Reservados
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