caminaba sin rumbo
ese caminar que nos lleva
que no forzamos
sin aligerar el paso
porque no hay prisa y por tanto
no faltará acomodo cuando lleguemos.
No buscaba ni cielo ni infierno
aparentemente todo estaba bien
aunque nada estaba en su sitio.
Creyó ver sonreír a un gorrión
pegando saltos para quitarle
un trozo de pan a una paloma.
No sabía a dónde iba
tampoco le importaba
eran de esos días que se tienen
de tarde en tarde
esos en los que pareces flotar
aunque no flotas
deberías de sentir mucho aunque
no sientes nada.
Cruzaba sin mirar los semáforos
sabiendo que todos pararían
sin importarle demasiado
que lo hiciesen o no.
Realmente tenía un día bajo
casi subterráneo
más que un día de invierno
le sonaba a otoño
lánguido y esperpéntico.
Pensó en el teatro
recito un par de frases
"¿Quien eres tú, que así al amparo de la noche,
vienes a sorprender mi secreto?"
Amaba "Romeo y Julieta"
"Bien sabes que el velo de la noche cubre mi rostro.."
y supo que una cortina de llanto cubría el suyo
cuando tocaron a muerto y recordó
que su Julieta había muerto.
Mabel Escribano
Derechos Reservados
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