Si tan solo fuese pasión
arderían los costados
por la presión de los brazos
en nuestros cuerpos.
Volcanes en los ojos
entretenidos mirando los pechos
bajando por las caderas
atropellando con magma ardiente
el inicio de los sexos.
Si tan solo fuese eso
pero es mucho más y por serlo
despierta encauzando
la lava hirviente al mar
abrazándola volviéndola tierra.
Sembramos entre risas
las cepas de la complicidad
haciendo crecer las viñas de la templanza
el vino de la ternura mana de nuestros senos
cuando mirándonos
nuestros amor sonríe
cerrando la luz del firmamento
dando paso a nuestro fuego.
Mabel Escribano
Derechos Reservados
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