Ella llama al orgasmo
lo incita
trae; mueve
lo frena
evita; enfría.
El se arrastra
buscando sus piernas
lamiendo sus tobillos
olisqueando su sexo
gimiendo de ansia
intentando abrir
la puerta del placer.
Ella ríe y escapa
le estira y afloja
y de repente se hace el silencio
ya no está
no se arrastra
ya no lame sus tobillos
no huele su sexo
no gime
lo busca y se ha ido
la puerta está abierta
el orgasmo llamó a un taxi
dando la dirección
de otra mujer.
Mabel Escribano
Derechos Reservados
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